En  enero  de  1969,  antes  de  que  el  mundo  hubiera  oído  una  sola  nota  de  su  música,  los  integrantes de MC5 aparecieron en la portada  de  la  revista   Rolling  Stone. Representaban  el  eslabón  perdido  entre  el  free  jazz  y  el  punk  rock,  y  eran  salvajes,  originales  y,  cuando  las  cosas  iban  bien,  completamente imparables. 
Liderados por el legendario guitarrista Wayne Kramer, reflejaban todos los aspectos de aquella época turbulenta, sexi, caótica y descontrolada, lo que prácticamente garantizaba que no tendrían una carrera muy larga. En poco tiempo consiguieron actuar por todo Estados Unidos, tocar con grandes leyendas de la música, contar con una legión de seguidores enfervorecidos y convertir sus canciones en la banda sonora del movimiento obrero juvenil norteamericano. Lo que Kramer buscaba, sobre todo, era redefinir los límites de una banda de rock, una idea con mucho mérito pero, al mismo tiempo, el camino más seguro hacia el desastre personal y profesional. Y así fue: el grupo grabó tres álbumes con dos discográficas importantes, pero para 1972 todo había quedado en un recuerdo.
Asuntos peligrosos narra la lucha de un artista rebelde y adicto a las drogas que tenía –y tiene– infinidad de cosas que contar. Desde los días de gloria de Detroit hasta las calles llenas de yonquis del East Village; desde Key West hasta Nashville y la soleada Los Ángeles; fuera y dentro de la cárcel, con drogas y sin ellas, la vida de Wayne Kramer es un relato clásico de superación pero con un toque diferente: él sigue aquí para recordarnos que la revolución es siempre una buena opción.
